LA TORRE REBELDE

¿Porque a veces nos invade una tremenda tristeza, al recordar algunas cosas de nuestro pasado..?, especialmente escenas de nuestra niñez que son las que mas nos acuden a la mente, yo pienso que independientemente de nuestro estilo de vida, siempre quedan recuerdos que no se olvidan y que vuelven una y otra vez, conforme nos vamos haciendo mayores. Yo he pasado por una experiencia que es muy común entre las personas que han dejado de fumar; me explico, al dejar el tabaco, lo primero que se recupera, entre otras cosas es el sentido del olfato, como yo empecé muy joven a fumar, una vez que lo dejé me llevé una extraordinaria sorpresa, al volver a percibir algunos olores que hacía muchos años no sentía, no puedo negar que esto me emocionó sobremanera y que no pude evitar alguna lágrima, por algo que perdí hace mucho tiempo y que volví a recuperar por unos momentos.

Este titulo lo he escogido de un apartado que se publicaba en la desaparecida revista,"La Codorniz", y que viene a ser ,"Lo que pasa en la calle". Y es que en la calle puede ocurrir de todo, no hace mucho tuve la desgracia de ver como en una feria, un hombre arrodillado pedia limosna con un platillo al lado; pues bien, de pronto pasó un individuo a toda velocidad y le arrebató el plato,que contenía unas pocas monedas. >Sinceramente lo que más me impactó, fue la cara que puso el pobre hombre, bueno, el y todos los que asistimos sin querer a semejante vileza. Y es que hay algunos especímenes, por no decir otra cosa, que pasan por encima de la dignidad humana sin importarles nada; yo sinceramente espero que al hombre que estaba mendigando, se le arreglen las cosas y que se cumplan sus esperanzas. En cuanto al ladron, supongo que borraria de su mente tamaña felonía, bebiendose unos tragos de vino y calculando como será la proxima "azaña". Pena me da, ca

El pasado Domingo se organizó una excursion al monte Carramolo, de Benalmadena, claro yo me apunté recordando mis años mozos,pero hete aquí que cuando comenzamos la subida ya yo no me veía como pensaba, de repente nos cruzamos con una cabra que bajaba por el camino,¡nosajo..! así ya se puede, una cabra y encima cuesta abajo, ganas me dieron de dar la vuelta pero un compromiso es un compromiso y me tuve que aguantar las ganas. Yo no sabía lo duro que puede ser subir un monte por esos senderos tan estrechos y llenos de piedras sueltas, pero lo mas jorobadido fué sin duda la bajada, yo solo me caí cinco veces con lo cual llevo casi una semana sentado en cojin muy blandito, no obstante gracias a los ánimos de mis compañeros de aventura la cosa no fué a peor. La nota triste nos la dió el descubrir sobre una pintura rupestre, una pintada de algun animal sin catalogar y que sin duda será lo mas parecido a escribir que ha hecho en su vida.